El hábito más fácil de mejorar (y que te hará destacar al instante)
2/28/20251 min read
Ser puntual. Tan básico y tan complejo a la vez.
Dicen "nos vemos a las 10", pero tu cerebro escucha "a las 10:10, sin problema". ¡Error! Ser puntual es casi un superpoder.
Lo peor es que la impuntualidad no es solo una cuestión cultural, también es un problema de mala planificación.
Crees que una tarea te lleva 5 minutos (son 20).
Que un comentario rápido con un compañero dura 10 (son 40).
Y las reuniones... si las terminas a la hora prevista, comparte el hechizo.
El resultado de ser impuntual
Siempre con la lengua fuera, saltando de un lío a otro y sintiendo que el día te lleva a rastras. Agotamiento brutal.
Pero ser puntual cambia el juego:
Respetas tu agenda en lugar de improvisar cada minuto.
Llegas con calma a reuniones y compromisos (sin parecer que acabas de correr la San Silvestre).
Transmites profesionalidad y fiabilidad.
Evitas el efecto dominó de los retrasos.
Reduces el estrés y mejoras tu organización.
Trucos para dejar de llegar tarde
Si la impuntualidad es tu estado natural, prueba esto:
Añade un 30% extra a todo. Sin pensar. Siempre, todo cuesta un 30% más de lo que planeaste.
Pon el reloj del coche 5 minutos adelantado. Aún hay momentos en los que funcionará.
Planifica tu salida según la hora de llegada, no según la de salida.
No metas tareas "rápidas" antes de salir. (Nunca son rápidas).
Si vas tarde, avisa, y sin excusas. Nadie se traga los dramas.
Si siempre olvidas algo, deja un checklist a la vista.
Deja de decirte "soy impuntual". Si alguna vez has sido puntual, puedes volver a serlo.
Puede que descubras que sí, eres capaz de ser puntual. Y que además, te da ventaja.
Y ojo, llegar 20 minutos antes y agobiar al otro también es ser impuntual.
Alto rendimiento profesional
Mejora tu desempeño profesional y el de tu equipo
© 2025. All rights reserved